En los Encuentros de Arles, aumento de asistencia e "imágenes rebeldes"

Durante la semana profesional de los Rencontres d'Arles (Bouches-du-Rhône), celebrada del 7 al 13 de julio, las colas y las aglomeraciones en las exposiciones no fueron la excepción. Tampoco lo fueron los numerosos eventos de fotografía organizados en todos los rincones de la ciudad, como parte del festival "off"... ni el número exponencial de fiestas. Las cifras lo confirmaron: el número de visitantes aumentó un 15 % con respecto a 2024, alcanzando las 23 000 personas. Una afluencia que elevó la temperatura en las exposiciones, a pesar de que este año el horario se extendió a la mañana y a la tarde para evitar las horas de más calor. Un récord que augura un buen futuro para el resto del verano, para un festival que obtiene el 70 % de su presupuesto de 8 millones de euros (para sus actividades anuales) de sus propios ingresos, es decir, la venta de entradas y los patrocinadores.
El éxito y la afluencia de público no han hecho sino suscitar críticas en una ciudad que ha cambiado enormemente desde la creación de numerosas instituciones culturales, fundaciones y galerías, tras la fundación LUMA, inaugurada en 2021. Nunca antes habíamos visto tantos carteles en las paredes denunciando los daños colaterales del desarrollo del sector cultural en esta ciudad donde el 24% de los habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza: contra la Fundación LUMA, acusada de promover la gentrificación, contra Airbnb, que reduce la vivienda asequible para los arlesianos, contra el lavado de imagen de BMW, uno de los patrocinadores del festival.
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Le Monde